Ofrecemos un breve pensamiento de los escritos de M. Ángeles para cada unos de los misterios del Rosario, que podéis rezar más intensamente durante el mes de mayo.
Misterios Gozosos
1. La encarnación del Hijo de Dios. Te damos gracias, Verbo Encarnado, por haber asociado a
nuestra Madre Inmaculada a tu vida humana y divina.
2. La visitación de María a Isabel. Bendita
seas, María, por el ardiente anhelo con que procuras nuestro bien temporal y la
felicidad eterna.
3. El nacimiento del Hijo de Dios. Buscaba a la Señora, pues ella viene al
mundo para repartir entre los mortales los tesoros divinos que Dios ha
depositado en sus manos.
4. La presentación de Jesús. "He aquí que vengo para hacer tu voluntad". El Padre acepta
el ofrecimiento del Hijo. Ha inaugurado el misterio de su Pasión, padeciendo y
gozando simultáneamente.
5. Jesús perdido y
hallado en el templo. Bendita
seas, María, por la protección que dispensas a quienes has acogido como hijos
tuyos.
Misterios Luminosos
1. El bautismo de Jesús. Veía a Jesús en la plenitud de su edad, honrado
por el eterno Padre , que le proclama su Hijo, y como tal lo presenta diciendo:
"Este es mi Hijo, en quien me complazco". Y me parecía que añadía:
"No lo equivoquéis por otro"
2. Autorrevelación de Jesús en Caná. Un camino recto, seguro, espacioso y
real, que conduce al cielo, es la vida
de Jesucristo, nuestro Redentor y modelo.
3. Predicación del Reino. Me parecía ver a Jesús conversar con los
hombres con afabilidad y ternura, llaneza y bondad. Jamás hubiera pensado que
todo un Dios se portase de esta manera con los hombres.
4. La Transfiguración de Jesús. Participaba en los sentimientos que animaban
el Corazón de Jesús, especialmente su anhelo de padecer y morir.
5. La institución de la Eucaristía. Mi alma permanecía junto a Jesús en el
fondo del Sagrario, empleada en contemplar su Belleza y amar su bondad.
Misterios Dolorosos
1. La oración de Jesús en Getsemaní. ¡Cuánto amas las almas que creaste y
rescataste con tu sangre, Dios mío, y con qué ternura y delicadeza las tratas!
2. La flagelación de Jesús. Hacía sacrificios en obsequio de mi Dios
Humanado Paciente, cuyas penas sentía como propias, y no podía admitir ningún
consuelo mientras lo veía padecer.
3. La coronación de espinas. Humildad, abnegación y desprecio propios,
adquirir la pureza de amor y de intención y no ser capaz de buscarse a sí
misma, su propia gloria y felicidad.
4. Jesús carga con la cruz camino del Calvario.
Padre Santo, dígnate revelarme los
sufrimientos de Jesucristo, úneme a Él.
5.
Crucifixión y muerte de Jesús. Sea
que goce o que padezca, mi más vivo anhelo es identificarme con Jesús
Crucificado.
Misterios Gloriosos
1. La resurrección de Jesús. Los cuarenta días primeros después de la
Resurrección del Señor los pasaba llena de gozo, ocupada en contemplar y
acompañara mi Dios hecho hombre.
2.La ascensión de Jesús al cielo. Te bendecimos, Salvador nuestro, por la
felicidad que concediste a María en el tiempo transcurrido entre tu
Resurrección y tu Ascensión.
3. La venida del Espíritu Santo. Te damos gracias, Espíritu Santo, por haber
embellecido a María Inmaculada con la plenitud de la gracia de Cristo.
4. La Asunción de María. Te glorificamos, Señor, por el amor que
derramaste en María Santísima desde tu Ascensión hasta su Asunción a los Cielos.
5. La coronación de María por Reina de la creación. Bendita y seas, María, por la generosidad con que
invertiste en provecho nuestro los dones y gracias que recibiste de Dios.
Invocaciones
a María
(Tomadas de los escritos de M. Ángeles)
Santa María
Hija muy amada
del Padre
Digna Madre
del eterno Hijo
Esposa
graciosa del Espíritu Santo
Esposa y
Madre de Dios
Madre bendita
Madre
Inmaculada
Tierna y
dulce Madre
Virgen Madre
Templo de
Dios
Casa y
Tabernáculo de Dios
Alcázar y
morada perpetua
Mística
ciudad de Dios
Santuario de
Dios humanado
Ara santa de
Dios
Reina y
Señora de la creación
Hija de Sión,
toda bella
Bella,
graciosa, casta paloma
Bella como
Jerusalén
Hermosa como
la luna
Escogida como
el sol
Puerta del
cielo
Madre y Reina
de nuestro corazón
Madre de
misericordia
Humildísima
Señora
Esclava del
Señor
Humilde
doncella desposada con José
Mi dulce
soberana
Pastora
divina
Pastora
clemente y misericordiosa
Pastora
amantísima
Pastora buena
y amable
Pastora
tierna y compasiva
Pastora
atenta y solícita
Guardiana
vigilante
Celestial
protectora.
Ruega por
nosotros, Santa Madre de Dios,
Para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.